Culpable

¿Cuántos años de cárcel son por haber asesinado al amor?

No quiero juicios, me declaro directamente culpable.

No necesito de testigos, me basta con la víctima que se desangra entre mis costillas.

No.

Te la regalo. Es tu sacrificio, inmolo mi amor por ti para que lo lances al contenedor, déjalo que se pudra. Ya no lo quiero. Es inútil, inservible y lleno de sentimientos estúpidos que conducen al vacío, a la más profunda de las reflexiones. Y ya no deseo descender más.

Pido cadena perpetua, porque sin él ya no quiero ni necesito de otros. No soportaría otra descarga, otro homicidio.

¿Cuántos años de cárcel por estrangular un corazón?

¿Y si es el mío?

¿Y si ya estaba roto?

“Fue en defensa propia”, diría, pero no quiero el indulto.

Me declaro culpable y pido la perpetua.

Y aún así diré, si es que sirve de algo:

que fue una muerte rápida, y era lo mejor para su agonía.

Me declaro profundamente culpable.

De tus insomnios.

De tus sonrisas.

De tus penas y alegrías,

porque aun breves, han sido mías.

Me declaro culpable,

de mis remordimientos,

de mis angustias,

de mis quebraderos de corazón,

y de las vueltas de tornillo que no lograban encajar las piezas.

Y ahora lo entiendo.

Y me declaro sin juicios.

Pero a su favor, al de mi cardio.

Lo hice por él,

no se merecía ese tormento del que quedaste indultado porque encima, yo fui tu defensa.

Y debajo, nunca hubo nadie.

Dime entonces, ¿cuántos años de cárcel por matar mi amor?

Me declaro culpable